sábado, 3 de noviembre de 2007

EL SUEÑO






Cierto es que la vida es sueño y los sueños...sueños sòn.


El personaje del pequeño cuento que os dejo viviò un gran viaje convertido en una pequeña gota de agua
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Acababa de cerrar los ojos cuando dejó de tener contacto con la realidad. El día, pesado, y brumoso le había ido empujando hacia el umbral del sueño que cayó sobre él como telón de último acto.

Veloces paisajes y figuras aparecieron en su pantalla mental, dándole la impresión de ser un vagón de tren lanzado en una vía desconocida.

Poco a poco fue reduciendo la velocidad y se encontró sumergido en una gota de agua colgando de una hoja, sus ojos miraban fascinados el hilo , cada vez más delgado, que sostenía la frágil burbuja y por un instante sintió el vértigo de la caída para encontrarse unido a cientos de miles de gotas que corrían entremezcladas saltando y bordeando las orillas del pequeño arroyo que discurría engrosando su caudal ,con el agua proveniente de las nubes , que negras se cernían sobre el prado intensamente verde.

En un momento quedó estático, ingrávido en una masa líquida que permanecía quieta con pequeñas ondulaciones que golpeaban rítmicamente la orilla bordeada de frescas margaritas y retamas.

El sol, que entonces brillaba intensamente, parecía una gran boca de horno en medio del cielo azul metálico. De pronto un canal de fuego lo absorbió lentamente arrastrándole hasta dejarlo rodeado del paisaje algodonoso de una nube. Desde esa altura la Tierra se veía como una esfera de colores nimbada de tul.

Las nubes se fueron apretando, confundido entre los millones de gotas evaporadas solo sentía la velocidad del viento y el fragor del trueno, acompañado por la línea zigzagueante de un rayo cayó de forma vertiginosa dentro de una cápsula de hielo y rodó con sonido de guijarro por entre los adoquines de una calle. Su carrera terminó frenada por el muro de grandes piedras que rodeaba un jardín inmenso. Allí se fue uniendo a otros pequeños granizos que se amontonaron formando un gran bloque de hielo.

Sintió que su fin estaba cercano y con un gran esfuerzo trató de liberarse de la cárcel helada en donde estaba sepultado. Un golpe seco lo despertó, sus desesperados esfuerzos en busca de la libertad lo habían lanzado fuera de la cama y la cabeza había rebotado contra el suelo. Por varios minutos continuó sentado sobre los desnudos ladrillos…empapado en un sudor frío como si efectivamente se estuviera descongelando.


E:S:P:

2 comentarios:

Gatadeangora dijo...

Por un momento yo también crei ser una gota de agua,leyendo tu bonita historia.
Besos

Genín dijo...

Uff !! Que angustia leyendo la última parte, deseando, esperando que no se congelara, pobrecito, menos mal que se despertó a tiempo de no morir...jajaja
Salud, Genín